REVIEWS - GRANDES CIVILIZACIONES 2011

Biblioteca de Celso en Éfeso - © Cruceroviajes

CRUCERO GRAND CELEBRATION 24/10/11 - 31/10/11

Atenas Estambul con el Grand Celebration

Vamos a resumir en cuatro palabras, bueno, quizás algunas más, nuestro crucero a bordo del Grand Celebration de Iberocruceros. (Barco que ya conocíamos). Nuestros compañeros de viaje y amigos, los incombustibles Ana y Félix, geniales y encantadores.

Hacía tiempo que teníamos en mente hacer este fantástico crucero, nos ilusionaba visitar Alejandría y Estambul, como Alejandría se había eliminado momentáneamente debido a los acontecimientos que sufría el país, nos animamos a realizar este estupendo recorrido olvidándonos de dicha escala. Así que, nos disponíamos a visitar algunas escalas que ya conocíamos, pero, valía la pena repetir, dando por hecho que Estambul sería la joya de nuestra travesía.

Las escalas del recorrido llamado Grandes Civilizaciones I, constaba por este orden de escalas: Atenas, Heraklion (Creta), Santorini/Mikonos, Rodas, Izmir (Turquía) y Estambul.

Pues bien, vamos a valorar y compartir nuestro crucero según nuestra opinión que por supuesto, puede ser discrepante con la de otros cruceristas.

VUELO
Salvo el retraso de 3 horas a causa de una avería en el avión de Spanair que nos trasladaría hasta Atenas siendo sustituido al final por otro aparato de las mismas características (A320), los vuelos fueron perfectos y sin turbulencias, si bien en el avión de vuelta, pudimos observar un par de asientos cuyo respaldo estaban averiados y no se quedaban completamente verticales con la consiguiente incomodidad para los usuarios de dichos asientos, y de los que ocupaban los asientos posteriores.

ESCALAS 
El recorrido y a pesar de conocer parte del mismo, creemos que es un recorrido precioso a pesar de no incluir Alejandría como he comentado al principio de este resumen.

ATENAS

El Partenón - © Cruceroviajes

Aunque parezca mentira, pudimos visitar Atenas a pesar de ser puerto de embarque. En Atenas ya habíamos estado en más de una ocasión, la habíamos recorrido en excursión programada, así como en taxi, en esta ocasión decidimos hacerla por libre como podréis ver en el enlace que hemos puesto al principio del texto.

Nuestra visita, por tanto, la hicimos a nuestro aire con transporte en tren, un medio muy barato, y con las debidas precauciones, muy barato. Del tren nos bajamos en la Plaza Monastirakis para realizar nuestro recorrido tranquilamente y sin agobios, viendo algunos lugares de Atenas que no suelen estar incluidos en las excursiones.

Nuestra "escapada" era algo diferente como os hemos comentado ya que los puntos interesantes ya los conocíamos, así que, entre paseo y paseo, visitamos los alrededores de la Acrópolis y el barrio de Plaka para algunas compras, tampoco teníamos mucho tiempo disponible ya que zarpábamos en unas horas.

Comprobamos que todas las piedras "estaban en su lugar", visitamos el Parlamento por si de casualidad nos encontrábamos con el cambio de guardia, visitamos el lugar donde se encontraba el hotel donde nos alojamos en nuestra primera visita, y, entre recuerdos, fotografías decidimos volver al barco a comer.

Llegó el momento y le pregunté a Félix, ¿dónde cogemos el tren?, con una sonrisa y algo e tranquilidad, me dijo, ¿tren?, no hay tren, están de huelga. Me cambió la cara, pero como cruceristas sabéis que hay soluciones para todo, y más, tratándose de él que está acostumbrado a viajar por los confines del planeta completamente por libre. Así que nos acercamos a una parada de taxis, y preguntamos precio hasta el barco que estaba en el Pireo. La respuesta del taxista como "colega que soy", me pareció correcta, iríamos a taxímetro y nos costaría una cantidad aproximada, nada que ver con los taxistas que suelen estar en la terminal para hacer recorridos.

Decidimos coger el taxi y en poco tiempo estábamos en la terminal sin sustos para la cartera ni desconfianzas. {alertInfo}

Teníamos camarote exterior (ventana), dejamos los bártulos y nos fuimos directamente a comer para realizar posteriormente el simulacro de emergencia obligatorio. El recorrido Grandes Civilizaciones I era el de ida, o sea, llegaríamos a Estambul y al finalizar el crucero, nos trasladarían al aeropuerto y comenzaría el crucero de vuelta Grandes Civilizaciones II. Todo el pasaje, por tanto, embarcaría en Atenas, o, Estambul, eso sí, tanto en una ciudad, como en la otra, el crucero permanecía dos días al finalizar, algo muy importante para poder conocer la última ciudad del recorrido.

Por lo demás, todo correcto, tanto el espectáculo el día, como la cena, nada que objetar. Conocimos a un matrimonio de Guadalajara con los que nos movíamos por el barco y en alguna de las excursiones.

CRETA

Creta - © Cruceroviajes

Creta, la isla más grande de Grecia, era desconocida para nosotros. La principal visita o punto de interés es Knosos, así que, nuestra intención desde el principio era conocer ese lugar, para ello, apalabramos el precio de un taxi con la espera incluida y nos pareció un precio justo, así que para allá nos marchamos.

En Knosos no esperéis ver edificios, todo lo contrario, son ruinas en las que todavía existen algunos frescos, ¿Habéis oído hablar del Minotauro?, pues este es su lugar. Al llegar, tuvimos que esperar un ratillo ya que deambulaba por allí una delegación política de China, escoltas incluidos, pero al poco tiempo ya estábamos en puertas, allí suelen ofrecerse guías para hacer el recorrido y cobraban por persona, pero con el plano que nos dieron junto a las entradas, decidimos ir a nuestro aire.

El recorrido está perfectamente señalizado para hacer un recorrido sin ir a la aventura, personalmente, creo que visitar Creta y no visitar Knosos, es un error. {alertInfo}

Una vez terminado nuestro recorrido, nos acercamos frente a la entrada principal donde están los chiringuitos de souvenirs y compramos unos recuerdos para acto seguido, coger el taxi para el regreso. Le pedimos al taxi que nos dejara en la ciudad, no en el barco, así que nos marchamos a ver el centro y el mercado para comprar algunas especias, entre ellas canela en rama, no os la recomiendo ya que debía estar en el chiringuito desde antes de la guerra y sus cualidades estaban muy, muy mermadas.

El recorrido hasta el barco no se nos antojaba difícil ya que dese allí se veían varios cruceros, por lo tanto, decidimos acercarnos al pequeño castillo, fortaleza, o mazmorra, no sé cómo llamarlo, estaba en la punta del espigón una vez pasados las barquitas de pesca. Hacer fotografía por allí, fue algo que no olvidaremos ya que, rodeando la pequeña fortaleza, había una zona donde las olas rompían con fuerza y había que calcular el momento para pasar y no ser regado con las mismas, algo que no todo el mundo conseguía, la situación fue de risa total y más de un@ mojad@.

Tras la jornada, regresamos tranquilamente al barco para ducharnos y prepararnos para el espectáculo ya que teníamos el segundo turno de cena.

Tanto el espectáculo como la cena, nada que comentar, eso quiere decir que todo estuvo correcto.

SANTORINI

Típica casa en Santorini - © Cruceroviajes

Santorini, una escala que por mucho que se visite, siempre apetece volver. Es una escala conocida para nosotros. La última vez que la visitamos, nos acercamos a Ia en autocar de línea, (una aventura más), así que decidimos subir en teleférico, visitar la ciudad, hacer alguna compra y volver al barco ya que, teníamos dos escalas en la misma jornada, (Santorini/Mikonos).

Santorini es una escala especial, los barcos sueltan anclas en la caldera del volcán que tras la gran erupción quedó por debajo del mar, la vista desde el barco es espectacular, siempre que hemos visitado Santorini, nos ha hecho días espectaculares, el agua desde el barco se ve de un tono azul oscuro debido a la profundidad, en lo alto del acantilada se observa la claridad de las casas blancas. Al pueblo hay que subir en teleférico, burro, o, caminando, esto último no lo aconsejo. Para bajar, lo mismo, aunque es menos agobiante en cuanto esfuerzo físico, el trayecto es largo, además con un aroma especial ya que los animales ya sabéis cómo funcionan. Lo más recomendable es el teleférico. Tanto el teleférico como las mulas o burros, son de pago. El teleférico, aunque no lo parezca, transporta bastante gente en cada recorrido y, si hay varios cruceros, puede haber bastante demora, este fue nuestro caso. Así que decidimos bajar a pie.

Comenzamos la bajada con ilusión y mejores vistas que desde el funicular, por lo menos para hacer fotografías, a la llegada al pequeño puerto entre cordadas de animales, llegamos con perfume gratuito, empapados de sudor y con un dolor de gemelos que ni os cuento, así que vimos la cola y allí que nos metimos, al llegar al chiringuito nos dieron un refresco y una pequeña toalla empapada con agua fresca para paliar el calor, al momento nos dimos cuenta de que nuestra cola no era tal, nos habíamos metido en la cola de otra compañía ya que ponía el nombre en la refrescante toalla, así que nos fuimos a buscar nuestra verdadera cola. Nuevo refresco, y ahora sí, hacia nuestro barco. En esta escala hay que calcular el tiempo de "todos a bordo" para no llevarse una sorpresa ya que, si no lo hemos comentado, tanto el desembarque como la vuelta, se hace en tenders, que es lo mismo que barquitos

Las vistas de la caldera desde la parte superior, así como callejear, bien merece la pena. En cuanto a compras, si vuestro crucero visita Rodas, os recomendamos realizar allí las compras. {alertInfo}

De regreso al barco lo típico, ducha y a comer para reponer fuerzas. Zarpamos dirección a Mikonos para visitar la isla de noche, no era nuestra primera vez, pero si en cambio era la primera vez por la noche.

MIKONOS

Puesta de sol en la playa de Mikonos - © Cruceroviajes

MIKONOS

Esta isla ubicada en el Mar Egeo y perteneciente a las Cícladas, es conocida como "la isla del viento", visitamos esta preciosa isla por segunda vez, la primera zarpamos al medio día donde a la hora de zarpar, y por motivos del viento, tuvimos algún problemilla, en esta ocasión la visitamos al anochecer. Algunos de los lugares importantes de la visita nos decepcionaron bastante al no estar iluminados, con lo cual, desmerecían la visita y no lucían como merecían, como, por ejemplo, la pequeña Venecia, menos mal que teníamos el recuerdo de nuestra anterior visita, por otro lado, hacía un viento que quitaba el hipo. Si la vez anterior en el Zenith, se nos escoró el barco a la salida de puerto debido al fuerte viento de costado, y, al fallo de un estabilizador, en esta ocasión el barco ni se inmutó. Debido a la climatología nos trajimos de recuerdo un "trancazo" de campeonato. A causa del tiempo que os comentamos, regresamos al barco antes de hora, al igual que otros pasajeros. 

Mikonos, la isla del viento en las Cícladas. {alertInfo}

Siempre recomendamos que vale la pena visitar Mikonos, es una isla muy bonita cuya referencia son sus casas blancas con puertas y ventanas de colores, donde predomina el azul, el pelícano, calles empedradas, y, aunque no lo parezca, algunas tiendas de joyería donde se pueden encontrar piezas a buen precio, eso sí, regateando.

En Mikonos es típico buscar al pelicano, (Petros), aunque si lo encontráis, seguro que será el nieto, Hacerse una foto con él es lo que muchos buscan, eso sí, controlar el pico del animal. Se puede realizar algunas compras de recuerdos y visitar los molinos de viento de Kato Mili. En la Pequeña Venecia podéis tomaros unas cervezas fresquitas, pero ojo a los precios ya que no son precisamente populares.

Recorrer el centro de Mikonos es muy fácil, es lo que hicimos nosotros. Siempre hay otro tipo de excursiones o puntos interesantes de la isla que se pueden realizar de varias formas: en taxi, autobús urbano, coches o motos de alquiler, o, con empresas de excursiones tanto externas como con las navieras, vosotros decidís.

RODAS

Rodas - © Cruceroviajes

RODAS

¿quién no ha oído hablar del "Coloso de Rodas", pues bien, esta es la isla donde en una época lejana existió el Coloso.

Llegar desde el puerto de atraque de vuestro barco hasta la playa que da acceso por una de las puertas al interior de la ciudad amurallada, es un pequeño paseo ya que se encuentra muy cerca. Si tenéis Rodas en vuestro itinerario de crucero, os comentamos que es el lugar ideal para disfrutar de compras, hay que tener en cuenta, que como en otras escalas de este itinerario como la de Estambul, la mayoría de artículos son imitaciones, pero, hay muchas de ellas bastante buenas. Los precios son de los mejores si no ha cambiado la cosa.

Caballeros del Temple, Orden de San Juan, este es el lugar para adentrarse en este mundo del medievo donde edificios y callejuelas os transportarán a otra época. Podéis visitar nuestra guía para moveros desde un crucero con mucha información.

Esta escala os dará mucho juego a vuestra visita, podréis entre otras cosas, bañaros en la tranquila playa que hay junto a la entrada desde donde no perderéis el barco de vista, está muy cerca. Si os adentráis en la ciudad amurallada, podréis recorrer sus calles empedradas, visitar edificios, (alguno de ellos, de pago), tomar unas cervezas fresquitas en algunas de sus terrazas, y visitar algunas de las múltiples tiendas para comprar, hay muchas para elegir, y de todo tipo. No os recomendamos comprar imitaciones de perfumes baratos, ya que es tirar el dinero.

Otra cosa que recomendamos, es no olvidarse la cámara de fotos en el barco, ya que esta escala os dará mucho juego en cuanto a fotografías de recuerdo para confeccionar vuestro álbum de viaje. {alertInfo}

La mayoría de veces, suele haber más de un barco de crucero atracado en Rodas, el centro, por tanto, puede tener un movimiento de gente considerable, pero, sin llegar a ser molesto. El ambiente es muy bueno.

Se puede ir caminando, (es una buena caminata), o en excursión a las antiguas ruinas de Rodas, nosotros lo hicimos en una ocasión y creo que no merece la pena, la hicimos pateando un buen grupo, y la verdad, salvo que uno sea arqueólogo y sepa del tema, fue una jornada que desperdiciamos, pero como siempre, vosotros decidís.

En resumidas cuentas, leer nuestra guía y moveros a vuestro aire, el bolsillo os lo agradecerá.

IZMIR - ESMIRNA

Paseo junto a la playa de Esmirna - © Cruceroviajes

ESMIRNA (IZMIR)

Situada a orillas del Mar Egeo, esta ciudad turca comparte junto con Kusadasi, (otra ciudad de Turquía), la excursión a Éfeso, cuyas ruinas vale la pena visitar, hoy día, siguen encontrando y restaurando zonas con más y más ruinas. El fuerte de estas ruinas entre otras, es la Biblioteca de Celso, cuya foto tenéis en la portada de este artículo arriba del todo. Este destino de excursión, se encuentra a una distancia considerable por lo que no es recomendable hacerla totalmente por libre. Una de las principales excursiones ofrecidas es, (Éfeso y la Casa de la Virgen María, pero os detallaremos nuestra aventura personal.

Decidimos bajar el barco a la aventura ya que en la puerta de la terminal había cantidad de taxis con los precios de excursiones visibles en un trípode con fotografías y una chica que hablaba español captando clientes e informando de precios horarios y trayectos. Nos pareció todo correcto porque los precios eran inamovibles, no valía el regateo y salía más económico que las excursiones organizadas, así que decidimos contratar nuestra excursión.

Nos tocó un taxista kamikaze, ya que su conducción no era correcta llegando en algunos momentos a llevar "corbata" sin tenerla puesta. {alertInfo}

Antes de llegar, y debido a comentarios de otros cruceristas, le preguntamos si valía la pena visitar la Casa de la Virgen María, y tras darnos información, decidimos pasar de esa parada e ir directamente a Éfeso, así tendríamos más tiempo. Sacamos las entradas ya que el precio no estaba incluido y decidimos entrar, el taxista nos esperaría en otro lugar a la salida. Por cierto, el pago se realizaba a la vuelta con lo cual no había problema de que nos dejara colgados, o nos pidiera algo de dinero no pactado.

Las ruinas son una maravilla y vale mucho la pena esta visita, no os daremos detalles puesto que lo dejamos para que lo disfrutéis vosotros. Al final del recorrido sin prisas ni agobios, llegamos al anfiteatro que era más o menos el final de la visita.

Ya en el exterior, el taxista, eso sí, nos preguntó si nos había gustado, "mucho" le respondimos.

La próxima parada era un bazar, pero la verdad, no nos gustó nada, en nuestros viajes hemos visto muchos bazares, y este en concreto pues que deciros, se asemejaba a un mercadillo de cualquier barrio de nuestras ciudades, mucha gente, y con ropa que no nos llamaba mucho la atención, entre descoloridas, pasadas de moda, o, de segunda mano, no era precisamente un bazar de los que conocíamos. Le pedimos que nos llevara de regreso y, como íbamos bien de tiempo, se empeñó en llevarnos a un lugar donde vendían ropa de piel, no sabemos si la fabricaban allí o no, en cualquier caso, nos metió en una pequeña población con un caos de tráfico tremendo entre sus pequeñas callejuelas, todos pitando, gente por todos los sitios, etc. que no nos gustó nada.

Bajamos y nos acompañó a uno de estos lugares, y aún nos gustó menos, así que ante su insistencia le pedimos que nos regresara al barco.

De regreso, volvimos a tener corbata, por lo menos yo, aquel conductor era un Fitipaldi pero con un coche que no apropiado, allí tampoco llevaba nadie el cinturón de seguridad, nosotros nos lo pusimos.

A la llegada al barco, dimos un respiro por haber llegado ilesos. La chica de las excursiones nos preguntó que qué tal había ido todo, le contamos el caso y nos pidió el número de licencia. Conozco los sistemas de taxis como muchos de vosotros sabéis, y preferí no darle el número ya que al final la excursión valió la pena y tampoco quería que le cayera un "puro" al taxista. Cuando cojáis un taxi, siempre tener en cuenta de anotar la licencia y a poder ser la matrícula. Si no están organizados, pedir siempre recibo donde incluya el precio y número de licencia comprobando que es el mismo que lleva en su vehículo por si tenéis que reclamar algo, o se os olvida algún objeto dentro del taxi.

Como hemos comentado, a pesar de haber alcanzado velocidades de 150 km en aquel pequño vehículo. Nos encantó la experiencia. 

Por la tarde, salimos un rato a pasear por la calle principal paralela a la playa, dicha calle estaba repleta de tiendas de telefonía, restaurantes, y comercios de todo tipo. También nos gustó el paseo por la playa. No sentimos inseguridad en ningún momento, ni nadie nos agobió en nada.

En resumidas cuentas, sólo por ver Éfeso, esta escala vale la pena.

 

        ESTAMBUL

Fascinante Estambul - © Cruceroviajes

ESTAMBUL

Desconocida para nosotros, pero no para nuestros compañeros y amigos de viaje, así que teníamos bastante terreno adelantado, ya que, ellos serían nuestros cicerones. En Estambul estaríamos dos días, o sea, llegamos por la mañana y cogeríamos el vuelo de regreso por la tarde/noche del día siguiente, lo cual nos daba bastante juego para visitar la ciudad sin estresarnos demasiado.

Estambul fue el motivo de elegir este crucero, y la verdad, creemos que no nos equivocamos. Muchos comentarios habíamos oído sobre la seguridad, pero según nuestra experiencia, no nos sentimos inseguros en ningún momento, y eso que pateamos bastante y nos movimos también en el tranvía que a decir verdad, funciona muy bien, es fácil de llegar a los puntos de interés, y, además de barato, es muy cómodo.

La primera impresión cuando bajamos, fue muy buena. En las afueras de la terminal había multitud de taxis para elegir, el tranvía también pasaba por allí, pero, decidimos hacer nuestra primera incursión pateando y cruzar el Puente Gálata observando la vida pesquera que por allí se vivía. Todavía no habíamos cambiado moneda local, así que ese fue otro de los motivos ya que pensábamos cambiar en la propia ciudad ya que el tipo de cambio era mejor que el de nuestro país, además, de haberlo hecho en el banco, cobraban unca cantidad mínima y había que esperar a que nos consiguieran el dinero.

Llegando al puente tuvimos que buscar un WC, aunque podíamos haber vuelto al barco, decidimos buscar por allí unos baños públicos. Nos indicaron que antes de cruzar el puente había unos. Esos baños son de pago, pero al no llevar moneda local, le dimos un par de euros y entramos. En la parte de los hombres, el WC es el típico de dos pies para colocarte, y un agujero, pero no preocuparos que estaba bastante limpio, cuando alguien terminaba, limpiaban con una manguera por si quedaba algún resto por allí, como comentamos, estaba bastante limpio.

Proseguimos para cruzar el puente llegando al otro extremo, donde en la parte izquierda salían los cruceritos para navegar por el Bósforo. Lo demás es bien sencillo, siguiendo la vía del tranvía llegaríamos a todos los puntos interesantes que están todos por la misma zona.

Santa Sofía, una maravilla, (la entrada era de pago). La Mezquita Azul, no se podía entrar en horas de culto, pero esperamos y pudimos entrar, es muy bonita y hay que cumplir unas normas para entrar, entre ellas la de quitarse el calzado, allí facilitaban unas fundas de plástico para los pies. Era inmensa, toda enmoquetada y con unas columnas de un diámetro bastante grande. Las Cisternas Basílica, imprescindible visitarlas. Llegó el momento de visitar el Gran Bazar, con diferencia, el mejor bazar que hemos visitado con diferencia, Tiene muchísimas entradas y si uno no va puesto, se puede perder fácilmente y salir por una puerta que no es la que esperaba. Los comerciantes muy atentos y nada agobiantes, se podía regatear con ellos, es más, esperan que regateemos ya que los precios de salida de cualquier cosa, son bastante altos. Mucha imitación, oro, ropa y productos artesanales del país.

Es común encontrar comercios de dulces o pastelerías, la verdad es que invitan a comprar, sobre todo si os pirran los pasteles. {alertInfo}

 Habíamos cambiado en un establecimiento de cambio, hay muchos por allí y el tipo de cambio está colocado en pizarras electrónicas, precio venta, y, compra, con lo cual, al final del viaje se puede volver a cambiar a euros sin problema.

La venta ambulante en las calles las hay de varios tipos, pero algunos de los puestos parecían ilegales ya que a la señal de sus colaboradores recogían rápidamente. Nos apeteció tomarnos unos zumos de granada que es algo típico del lugar, marcaban los precios en liras turcas, preguntamos el precio y nos dijeron que sí, a la hora de pagar nos decía el vendedor que eran euros, así que tuvimos una pequeña discusión con él y estuvimos a punto de devolverle el producto diciéndole que llamábamos a la policía, como vio que no tragamos sin más, al final nos cobró las liras, tenerlo en cuenta cuando compréis por allí, además, cuando discutíamos con él, no paraba de mirar a un lado y otro, imagino que buscando a ver si algún policía estaba por allí ya que no le interesaba. No juguetear con los billetes en la mano porque Hasta intentó cogerlo, pero fuimos más rápidos.

Cuando bajábamos hacia el barco a comer siguiendo las vías del tranvía, vimos un kebab, y a través de su cristalera el interior, nada que ver con los de nuestras ciudades, una maravilla donde hacían las tortas en medio de la sala, todo se veía muy limpio y estaba a rebosar.

Las visitas que os comentábamos antes las hicimos en tres tandas, mañana, tarde y al siguiente día por la mañana.

Recorriendo la zona por la tarde y siendo la hora de regresar por la noche, no tuvimos ningún problema con nadie, las cámaras las llevábamos a la vista, nadie tuvo ninguna palabra deshonesta hacia las mujeres y de vez en cuando se veía alguna moto con dos policías armados circulando por allí.

Llegó la hora de volver y sacamos las fichas para el tranvía ya que las piernas no nos daban para más, Félix y Ana nos indicaron como hacerlo en las máquinas expendedoras, la verdad que muy bien. Las paradas del tranvía están perfectamente indicadas dentro de los mismos con el nombre y puntos de luz indicando cada parada. Los tranvías son modernos y vale la pena hacer uso de ellos, por limpieza, seguridad, y comodidad.

Al siguiente día volvimos en tranvía recorriendo zonas que nos faltaba lo que nos faltaba volviendo a cambiar monedas a la inversa, eso sí, quedándonos algunas monedas de recuerdo.

No nos dio tiempo a visitar el Palacio Topkapi, pero en alguna ocasión no muy lejana, volveremos a Estambul, una escala para repetir más de una vez

El Barco ya lo conocíamos, nuestro camarote el U89, exterior y situado en la cubierta 6 (Unamuno), muy silencioso y de mejor amplitud y distribución que los del Grand Mistral, por supuesto sin contar los exteriores con balcón del mismo Mistral que además de grande, tenían hasta un vestidor. Nuestro asistente de camarote Mgakan, un indonesio super simpático y que hablaba perfectamente español ya que estudió tres años de español en su país. Siempre teníamos nuestro camarote en perfectas condiciones de revista, recibiéndonos con una amplia sonrisa.

Las estancias del barco eran agradables con zonas en las que poder ver el mar a través de sus amplias ventanas de babor y estribor a la misma vez. En la Rambla disfrutamos todas las noches de la música en directo de un grupo bastante bueno, pero donde no sacaban partido de la voz debido a la graduación del eco, tenía exceso en el canal habilitado para su micrófono, como musico lo detecté.

Disfrutamos en el teatro desde la parte superior izquierda, sobre todo del mago Roberto Vara que supo salir de una situación bastante embarazosa debido a su profesionalidad. Al público le encantó, sin desmerecer a todo el elenco artístico del barco: ballet, malabares o cantantes.

Con el mago Roberto Vara - © Cruceroviajes

COMIDAS

Una de las bazas que tiene Iberocruceros y que alguna que otra naviera a eliminado, es el restaurante a la carta a la hora de comer todos los días de crucero, siempre hemos dicho, que, si nos era posible, preferíamos comer, desayunar y cenar en el restaurante. Nuestro camarero y su asistente de las cenas estuvieron a la altura, muy eficientes y rápidos, ellos Lisandro (Honduras) y Juan Carlos (Chile) se merecen nuestro reconocimiento ya que nos hicieron las noches muy agradables.

GASTRONOMÍA

Exceptuando un par de platos que no nos gustaron, fueron excelentes. En el caso de los que no nos gustaron, les pedimos que nos los cambiaran, sin ningún problema lo hicieron.

FOTOGRAFÍAS

Según nuestra opinión, el precio era bastante elevado, pero preferían tirarlas a ofrecerlas a un precio más asequible, pues nos llevaríamos bastantes.

REGISTRO

El registro de las tarjetas de crédito en las maquinitas automáticas no pudimos hacerlo porque daban error, tuvimos que acercarnos directamente a recepción a activarlas algo que hicieron al momento. Al tener 48 horas para el registro, no había colas para solucionar el tema.

Proa del Grand Celebration - © Cruceroviajes

Este barco a pesar de tener unos años, sufrió una reforma y su interior estaba muy bien.

Nuestro desembarque se hizo de una manera organizada y sin problemas. Nuestro vuelo salió en hora respetando tanto la hora de salida como la de llegada a Madrid. No tuvieron la misma suerte los pasajeros del vuelo que nos precedía, dicho vuelo se demoró hasta las 7 de la mañana siguiente. A esos pasajeros les dieron la opción de cena y alojamiento en un hotel hasta la hora de salida.

Resumiendo:

VUELO
Salvo el retraso, todo bien. Un canapé a bordo no hubiera estado mal, (se echó en falta).

BARCO
Bien, con ausencia de ruidos en nuestro camarote, estancias agradables. Hubo ofertas muy buenas, sobre todo en bebidas del (dutty free) tabaco, relojes y camisetas...

COMIDA
Excelente

ESPECTÁCULOS
Buenos

ANIMACIÓN
Muy bien en general, pero se echamos en falta algo de animación a través de las cubiertas del barco como en otras ocasiones, en la que solía haber más cantidad de niños. 

Notamos la falta la animación a la hora de partir el barco de los puertos. Recordamos nuestro primer crucero en el R6 de Pullmantur saliendo del Pireo donde el Sirtaki reinaba en la cubierta para despedirnos de la ciudad, así como la salida del Grand Mistral con salida de Barcelona donde nuestro numeroso grupo Pitupo´s identificado con camisetas elaboradas para la ocasión, se integró con el equipo de animación.

SERVICIO A BORDO

Camareros y asistentes muy bien. Agradecimiento a Iberocruceros por la invitación al cóctel privado con el Capitán por ser repetidores junto a otros pasajeros, que también repetían con la naviera, (un buen detalle).

Por:

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