REVIEW MSC SPLENDIDA 2024 - ELENA RAMIREZ

MSC Splendida
© Elena - Cóctel para socios del Club MSC


CRUCERO DESDE TRIESTE A BORDO DEL MSC SPLENDIDA

ITALIA - GRECIA - TURQUÍA



Índice general:


Pasamos a detallaros como vivimos nuestro crucero, lo que nos gustó y lo que no. Os dejamos nuestra review para vuestra lectura esperando que os guste.

Lo primero que queremos aclarar es que de este itinerario ya conocíamos todas sus escalas excepto Heraklion. Fuimos hace 9 años o incluso más a alguna de ellas así que las cosas, como detallo a continuación, han cambiado. Lo decidimos hacer porque era de 10 días y 8 se hace un poco corto. En otras fechas el barco no para en Heraklion sino en Atenas.


Empecemos con el relato.

Salimos de Logroño el día 31 de julio hacia Madrid. No nos gusta llegar con el tiempo justo por lo que pudiera ocurrir. Fuimos en el tren de las 7:30 de la mañana. De allí, en taxi, nos dirigimos al hotel Axor Barajas para dormir esa noche.

El hotel está bien, cerca de un centro comercial dónde comimos y tiene una piscina en la que nos refrescamos por la tarde.


Día 1 de agosto Trieste
Descargar diario de a bordo

A las 6:00 de la mañana quedamos para que nos llevasen al aeropuerto, el vuelo salía a las 9:30 pero nos dijeron que había que estar con 3 horas de adelanto. Allí mismo coincidimos con dos familias que iban al mismo crucero.

Crucero MSC Splendida
© Elena - En la puerta del camarote

El vuelo era un chárter para pasajeros del crucero. Cuando llegamos sobre las 6:15 ya aparecía en la pantalla nuestro vuelo así que nos dirigimos a los mostradores. Allí una chica chica de MSC Cruceros que tomó nuestros nombres y número de camarote.

En la fila conocimos a Isabel y Antonio, a Susana madre y Susana hija, las Susanas a partir de ahora, a María y sus hijos Rocío y Javi y la abuela Virginia. Detrás nuestro estaban tres parejas extremeñas. Por Facebook habíamos conocido a Mila y Fernando que iban en Yatch club y con los que íbamos a realizar una excursión en Estambul con un guía privado que ellos conocían.

Hicimos el check in bastante rápido, pasamos los controles y esperamos al avión, después de desayunar. Allí conocimos a Mila y Fernando y pusimos cara al resto de pasajeros ya que todos íbamos en el mismo avión.

En el vuelo nos dieron la bienvenida al crucero de MSC. A Rocío y Javi les dejaron ver la cabina con el piloto que fue muy amable con todos los pasajeros. Salimos con retraso de tres cuartos de hora ya que había mucho tráfico aéreo, el piloto nos pidió disculpas. Durante el vuelo nos dieron un bocadillo, un Kit Kat mini, una bebida y un café o té.

Hay que comentar que desde Barcelona hay dos tipos de vuelos: Barcelona/Venecia y luego dos horas de autobús a Trieste, Barcelona, escala en Roma y luego a Venecia y autobús igualmente. Estos vuelos son regulares así que en ellos no te dan nada de comer ni de beber de forma gratuita.

Llegamos al aeropuerto de Trieste, es muy pequeño, pero manejable. Cogimos las maletas y al salir ya nos estaban esperando para llevarnos a los autobuses. Nos costó unos 40 minutos llegar al barco. La ciudad de Trieste ya la conocíamos y tal cual la recordamos, incluido el lugar de atraque. La entrada fue rápida, ya teníamos el check in hecho y en pocos minutos estábamos dentro del barco.

No nos hicieron foto de embarque, nos dijeron que las autoridades portuarias no dejaban, pues en los otros puertos tampoco. Sólo en Bari hubo foto. A nosotros nos gusta guardar todas las fotos de embarque. Esta no la tenemos. Nos dieron el diario de a bordo del embarque y fuimos al camarote a por las tarjetas.

El verano pasado las tarjetas nos las dieron en el check in pero esta vez fuimos al camarote, que ya estaba preparado, y cogimos las tarjetas, dejamos los bultos de mano y nos fuimos al buffet a comer.

Tengo que reseñar que llevamos paquete de internet y paquete de fotos digital. Internet fue muy fácil de configurar. Hay detalles de cómo hacerlo en mi review del MSC Música. El wifi a mi me funcionó muy bien. Lo único que no fue muy bien es la videollamada por WhatsApp que no se veía bien. Tuve que ayudar a varios compañeros a configurar los teléfonos y avisar de que hay que poner modo avión y activar wifi para poder usar la app. Que por cierto me dio un poco de guerra al entrar al barco hasta que se conectó al wifi del barco y actualizó la información de lo que tienes que ver cuando estás a bordo. También a decirles como es la vida a bordo ya que nadie explicaba nada. Por otro lado, pudimos usar el chat de la app

Reseñar que fue poner un pie en el barco cuando me llegó un cargo de 250€ en la tarjeta que habíamos registrado. En recepción, fuimos a otra cosa otro día y preguntamos, nos dijeron que sólo era un precargo y que se devolvería lo que no se gastase. Efectivamente, fue bajar del barco y devuelto en la tarjeta. Le costó aparecer en la app el crédito a bordo de 100€ que teníamos.

Es importante que vayáis mirando en facturas en la app los gastos si los tienes para que todo esté correcto. {alertInfo}

Volvimos al camarote a realizar el simulacro de evacuación. Este consiste en ver un vídeo, marcar un número de teléfono y marchar a nuestra “punto de reunión" para que escanearan las tarjetas.

Nadie explicó nada. Las personas novatas no entendían nada, no sabían que había que hacer, iban por el barco con el chaleco puesto. No sabían dónde estaba nada, ni siquiera dónde se comía.

Les estuvimos ayudando a centrarse, a poner el wifi, les dimos detalles prácticos. Era un caos. No hubo reunión de embarque sólo estaba una chica a una hora determinada en un salón para resolver dudas. La gente no sabía ni que estaba, no tenían dudas, sino grandes dudas. Nosotros mismos que hemos hecho varios cruceros tuvimos problemas para centrarnos al principio.

Fui a por el diario de a bordo de ese día que lo facilitaban en papel en recepción. Al volver al camarote vi que había un documento con un código QR con el que te podías descargar los diarios de abordo todos los días en pdf. (estarán enlazados en su lugar correspondiente en esta review).

El barco es más grande que el de otros años, piscinas, salones… No nos gustó mucho por dos detalles. La única cubierta desde la que puedes pasear es dónde se encuentran las barcas salvavidas con lo que apenas se veía el mar. Por otro lado, desde la cubierta 5 no puedes recorrer el barco, tienes que subir a las 7 recorrerlo y luego bajar.

Nosotros llevábamos experiencia fantástica así que teníamos el desayuno gratis en el camarote. Nunca lo habíamos usado así que ese mismo primer día de embarque rellenamos el papel y lo dejamos en la puerta para que nos lo trajeran al día siguiente a las 8 de la mañana ya que era día de navegación. Lo que incluye es muy básico, no lleva fruta ni otras cosas que nos gusta y sí están en el buffet. No lo volvimos a pedir más días. (Tengo el documento que hay que rellenar).

Por noche, la vestimenta era casual con fiesta brilli brilli y música de los años 60, 70 y 80 aunque sólo los de animación solo llevaban algo alusivo. Posteriormente fuimos al teatro a ver la actuación del día, era un espectáculo de música con los artistas del barco, después nos acercamos a hacer fotos. Todos los días hacíamos lo mismo para amortizar el paquete de fotos.

Fuimos a preguntar por el tema del paquete de fotos y cuando nos iban a escanear las caras para ver las fotos, el jefe del departamento nos dice con muy malos modos que no. La chica se quedó parada y nos dijo que todos los días nos pasemos por allí a retirar las fotos y que nos las guardarían en una carpeta todas juntas. Creo que no nos hemos entendido, en este barco no funciona como el MSC Música el verano pasado, no te pueden escanear la cara e ir viendo las fotos todos los días.

Por la noche tuvimos que cambiar la hora, adelantar de las 00:00 a 1:00 am para adaptarnos al horario de Grecia.

A la hora de la cena conocimos a las otras dos parejas que serían nuestros compañeros de mesa durante todo el crucero: (Manu y Marian) de Vitoria y (Julio y Eva) de Valencia.




Este día lo teníamos de navegación con distintas actividades. 

Comimos en el restaurante. La comida estuvo bien, pero tardaron muchísimo en servirnos así que decidimos no volver al restaurante, además, mi marido prefiere el buffet.

Tripulación del MSC Splendida
© Elena - Presentación de la tripulación

La vestimenta sugerida para el día era de Gala. Por la noche se vio poca gente después de cenar porque al día siguiente había que madrugar, eso sí, la mayoría iba acorde a la vestimenta sugerida. Por la noche tuvimos la Gala de la presentación de la tripulación.

Después de cenar fuimos a la fiesta los 6, pero como había mucha gente nos fuimos a la cubierta 7 a la sala Purple con ambiente de música latina.




Teníamos reservada nuestra excursión con Shore2shore para ir a Olimpia. Nos habían citado fuera del puerto a las 8:00 pero ponía que si el barco atracaba antes fuéramos enseguida, pero no llegó nadie hasta las 8 a recogernos. La salida hasta el punto de reunión fue un poco larga, al regreso nos dejaron más cerca del barco, algo que agradecimos debido al calor reinante.
  • La excursión estuvo muy bien, el guía fue muy majo y eficiente.
  • La entrada costaba 12€ que le dimos al guía ya que no iba incluida en el precio.
Al regresar al barco fuimos directamente a comer al buffet. La excursión del barco también estuvo bien según nos comentaron.

Navegando en crucero
© Elena - Bonita puesta de sol vista desde el MSC Splendida

Por otro lado, unos pasajeros nos contaron que el taxi a Olimpia les costó 100 € y estuvieron dos horas pero que si estabas 3 horas costaba 120€. Les cobraban 5€ más si pagaban con tarjeta. No les dio tiempo en dos horas para ver el museo. En este puerto también hay bus turístico, pero no sé el precio que tiene




Heraklion fue la única escala que no conocíamos. Desde el barco había un servicio de lanzaderas gratuito ofrecido por la Autoridad Portuaria.

Bebidas buffet
© Elena - Detalle a la llegada de las excursiones

Nosotros decidimos visitar Knosos y nuestro medio de transporte fue el bus turístico, así que totalmente por libre. Antes de entrar se nos ofrecieron unas guías que nos pidieron 100€ por 4 adultos y 2 niños, no lo cogimos, así que hicimos la visita con Virginia, María, y los niños. El bus nos costó 20€ los adultos y 10€ los niños. Las entradas 20€ los adultos, 8€ la reducida y los niños gratis. Compramos unas cosillas en unas tiendas que hay frente a la entrada principal. Volvimos a coger el bus hasta el centro y estuvimos callejeando. De allí dando un paseo volvimos al barco encontrándonos con las 3 parejas de extremeños, entre charla y charla, decidieron venir con nosotros a visitar Estambul.




Como nosotros hace justo un año fuimos a Éfeso y la Casa de la Virgen en otro crucero, véase la review del MSC Música, ese día nos quedamos en el puerto. Nada más salir, a la izquierda está el paseo marítimo, lo recorrimos hasta llegar a una playa pequeña dónde nos bañamos. No había mucha gente. Allí mismo había unas duchas, cabinas para cambiarse de ropa y baños. Todo gratis

Kusadasi
© Elena - En Kusadasi

Nos tomamos un café en el mismo paseo en una cafetería. No cambiamos dinero, nos cobraron en € pero nos avisaron de cuál iba a ser el cambio, más bajo que si hubiéramos cambiado, y nos dieron las vueltas en liras turcas. De allí fuimos a las tiendas. Hay muchas falsificaciones: Bolsos, carteras, camisetas, polos… e hicimos algunas compras. Volvimos al barco a tiempo para comer. Los que hicieron excursiones tanto de MSC Cruceros como de Shore2shore dijeron que habían estado muy bien, aunque no les dio tiempo a callejear demasiado ni a ir de compras. Cena y fiesta de blanco ya que esa era la vestimenta sugerida. Casi todo el mundo siguió el consejo. La fiesta fue en la piscina. Ese día la fiesta de la piscina no nos gustó. La música era para gente más joven.




La llegada a Estambul, bueno desde que entras en el estrecho es maravillosa. En el diario de a bordo avisan de los horarios aproximados de entrada, así como lo que se puede ver. A eso de las 3 am pasamos por debajo de un puente muy despacio. Se ven las dos zonas de tierra muy cerca una de otra. Además, pudimos ver amanecer desde el balcón del camarote y ha sido precioso con el sol entre dos Mezquitas. Por megafonía avisaron de que subiéramos a cubierta para disfrutar de las vistas.

La noche anterior nos dejaron en el camarote un documento para poder desembarcar en Estambul. Había que llevarlo junto con la documentación y la tarjeta del barco

Estambul en crucero
© Elena - Puesta de sol en Estambul

El lugar de atraque del barco es diferente al de nuestra visita anterior. Se trata de un puerto moderno con cafeterías y tiendas. Salimos del puerto y nos estaba esperando Levin nuestro guía. Nos desplazamos en tranvía, nos dijo que allí "nadie sabía que número de línea era", que todo el mundo decía "tranvía" y ya está. El precio es de poco más de 1€ por trayecto y persona. Lo pagó él y luego le dimos euros para cambiarlos por liras.

Fuimos al hipódromo, entramos en la Mezquita azul que es gratis. Allí mismo hay baños públicos también gratis. Después fuimos a la Cisterna Basílica, al ser grupo no tuvimos que hacer fila. La entrada cuesta 22€ por persona. Santa Sofía ya no es visitable desde enero, si no eres musulmán. El Palacio Topkapi está cerrado los martes así que ni nos acercamos. De allí fuimos andando en dirección al Gran Bazar. Pero hicimos parada en un restaurante local dónde comimos un plato con carne, tres guarniciones y bebida por unos 12,50€ por persona. Había varias opciones, también se podría tomar postre y café, pero nosotros no quisimos.

En el Gran Bazar estuvimos un rato haciendo compras. De allí fuimos al Bazar de las Especias pasando por otro mercado menos turístico y más barato, pero con menos calidad. Y de allí volvimos a coger el tranvía para ir al barco. Dimos una vuelta por el puerto, pero salvo las cafeterías y las tiendas que hay en todas partes no tenía nada más. La salida de Estambul la vimos después de cenar y fue muy bonita también. En cubierta desde que acabó el teatro y por la noche, estaban los fotógrafos del barco haciendo fotos.




Me di cuenta de que esa noche había un cóctel del club y no nos habían dejado la invitación. Fui a recepción y me la dieron en ese momento. El cóctel, como todos, aunque la vestimenta fue casual. El capitán no se hizo fotos, comentaban que no le gustaba. Poco que reseñar de ese día.




Ese mediodía, nos dejaron la documentación con el proceso de desembarque y las etiquetas para las maletas. Bajamos a Corfú en la lanzadera del barco. Te deja en el centro a un costo de 10 € por adulto y 8 € los niños. También se podía ir en bus urbano que estaba disponible al salir del barco.

Corfú
© Elena - Playa en Corfú

Nos fuimos callejeando a ver alguna iglesia ortodoxa, y a buscar la playa a la que siempre vamos a bañarnos cuando visitamos este puerto. La encontramos, aunque nos quedamos en otra playa al lado. Son playas muy pequeñas, de piedras tipo piscina, en la que bajando unas escaleras estás en el mar. En la playa que decidimos quedarnos, había duchas y un par de cafeterías con mesas en las que te puedes sentar y tomar algo mientras los demás se bañan. Hay que llevar escarpines porque hay muchas piedras. De allí fuimos a dar una vuelta por las tiendas cercanas y regresamos al barco. Pasamos mucho calor porque llegamos a las 13:00 horas. También está la opción de moverse en bus turístico: 3 adultos y 2 niños 82€




Llegamos muy pronto por la mañana, pero esperamos un rato para bajar. Fuimos en lanzadera del puerto, y luego en la del barco que costaba 9€ los adultos y 7€ los niños. Al salir había un trenecito, pero estaba todo reservado.

Alimentación artesana en Bari
© Elena - Elaboración de pasta artesanal

Justo al bajar de la lanzadera estaba “Il trenino de la Felicita” que queríamos coger. El precio era 25€ los adultos y 15€ los niños y te hacía un circuito de dos horas con parte en tren y otra caminando, una degustación y un espectáculo folclórico. Nos lo habían puesto muy bien en Facebook así que lo cogimos.

Primero nos llevaron hacia el caso antiguo sin contarnos nada. Al llegar, bajamos y nos reunieron por idiomas, mientras caminábamos, el guía nos contaba detalles de la ciudad y sus iglesias. Luego nos llevó a la calle dónde las señoras hacen la pasta a mano. Todos los puestos tienen los mismos precios.

Posteriormente nos llevaron a un local para degustación de productos típicos, y de nuevo en tren a las afueras de la ciudad dónde un señor con una pandereta amenizó con algunas canciones con nuestra ayuda y unos instrumentos que nos proporcionó, acto seguido pasó la gorra para recibir propina. Allí se acabó la visita, yo no la recomiendo. Caro para lo que ofrecen, sin embargo, a otros cruceristas les gustó.

Por la tarde, fue el momento de hacer las maletas y bajar a por las fotos. Me las descargaron todas sin problema. Me regalaron la del cóctel del club. Regateé para llevarme algunas en papel y al final por lo mismo me llevé todas las fotos. También me dieron un link para bajarme las fotos que me pudiera hacer esa noche. Esto se debe de hacer con el wifi del barco. Fuera de ese wifi no funciona. Esa noche también nos hicieron fotos en el restaurante.

Teníamos que sacar las maletas antes de las 00:00 horas, pero las recogieron mucho más tarde.




El camarote lo teníamos que dejar libre antes de las 8:30 de la mañana. Había una consigna en la sexta planta para dejar el equipaje de mano. Nos dividieron por grupos con 10 minutos de separación entre ellos para que el desembarque fuera más ágil. 

Al llegar abajo buscamos nuestras maletas. Una de ellas, y las de otras personas, no aparecían. Allí no había nadie que nos ayudara. Al final una persona de MSC, que no hablaba español, nos ayudó y apareció. Nos trasladaron en autobús al aeropuerto, nuestro avión salió más tarde porque al ser sólo para nosotros llevaba el horario más flexible. El vuelo a Madrid fue más rápido que a la ida. A bordo, nos dieron unas tapas en una cajita: Fuet, palitos, aceitunas y una tarrina untable de jamón, bebida y café o té.

Estambul
© Elena - Vista de puente nocturna en Estambul

Observaciones de nuestro crucero y el barco

- Excursión de ver el barco. Se hace en dos días. Una madrugando mucho el segundo día de navegación y la otra al llegar a Corfú. Se llega a las 13 y es a las 13:45 

- No suena la canción: “Con te partirò” al zarpar el barco ni tampoco la vi en el teatro, aunque un par de días no fuimos. 

- Ya no ponen chocolatina con el café, pero sí patatas o ganchitos con refrescos.

- El jueves por la noche nos dejaron las bolsas de regalo de fin de crucero del club de MSC. Podían cambiar de regalo, ya tenemos 4.


Los horarios de cena fueron:
  • Primer turno: 19:00 horas
  • Segundo turno: 21:30 horas
No se tardaba mucho en cenar. Sobre las 23:00 solíamos estar fuera. Un día los camareros bailaron y los pasajeros con ellos.

En el buffet, aunque siempre hay gente, no tuvimos problemas de aglomeraciones. Unas veces solos, otras compartiendo la mesa.

En cuanto a las hamacas, lo de siempre, la gente deja la toalla durante todo el día y no aparece. En las pantallas que hay por el barco aparece un mensaje diciendo que no se puede hacer esto, pero siguen haciendo lo que le da la gana. Yo siempre encontré una hamaca libre. Hay una piscina en popa que está un poco más tranquila y en la cubierta 18, creo recordar, en MSC no existe la 17, hay unas duchas y unas hamacas que tú puedes colocar.

Las escalas de este barco han sido cortas y a horas raras: o muy pronto por la mañana o al mediodía. Lo de dos días de navegación viene bien para descansar, pero prefiero que uno de ellos sea el último día y no el primero.

Enchufes, en el escritorio hay uno de tipo europeo, dos de tipo americano y dos USB, aunque uno de ellos, a mí no me funcionaba.

La presión del agua de la ducha es poca. Para lavarse la cabeza, un poco mal. La temperatura no hay quien le coja el aire. Si giras más hacia la izquierda sale un poco más de agua.

El upgrade de bebidas nos ha venido bien. Son mejores y bebo cosas que me gustan. También es verdad que lo cogimos con una oferta, en otro caso no se si compensará. No tengo claro si siguen manteniendo lo del pago de la diferencia más el 15% de tasas.

El wifi a bordo va fenomenal. Pude descargar cosas de forma rápida, mandar WhatsApp sin problema y llamar también. Las imágenes en las videollamadas se pixelaban. 

Nos hicieron fotos durante la cena en el restaurante tres noches, y los dos días de navegación por lo menos, andaban por las piscinas también haciendo fotos.

Varios compañeros hicieron excursiones con shore2shore y con el barco y nadie se ha quejó de la calidad de las mismas. En ambas empresas los llevaron a comprar chaquetas de cuero en algunas escalas.

Los camareros del buffet, muy eficientes, enseguida limpiaban las mesas para que pudieras sentarte. Las bebidas en el buffet, 
más rápido si uno va a por ellas, pero hay unos timbres en las mesas para que se acerque el camarero y tome nota de las bebidas.

Menos mal que no hicimos upgrade a un camarote Aurea por el spa. No aprovechamos ni la hora gratis porque sólo tenía sauna.



YACHT CLUB 

También nos alegramos por no haber pagado por el Yacht

 Club. En este barco ha sido muy raro. Los camarotes están en proa, y el restaurante en popa. Escaso horario que algunas personas tuvieron que marcharse sin terminar el teatro, y, que tuvieran que madrugar para desayunar. Eso sí, por lo que nos han dicho, la comida era buenísima.

Se les olvidó dejarles ciertos detalles y la zona no tenía tantas cosas como en otros barcos. Era una suite y la única diferencia con un camarote con balcón era un hueco de 1 metro cuadrado que llamaban vestidor. En su camarote no se podía dormir por unos ruidos y les cambiaron las dos últimas noches. Eso sí les dieron la Royal Suite y ese camarote si merecía la pena.


RESUMIENDO

La verdad es que nos lo hemos pasado muy bien. Gracias a la amabilidad y eficacia de los camareros, personal de las fotos etc. Lo más importante ha sido la compañía. Gracias a María, Rocío y Javi por compartir con nosotros las escalas de varios días, y la playa en una de ellas, así como comidas y ratos de café y banana con chocolate.

Muchas gracias a nuestros compañeros de excursiones, salidas, conversaciones por el barco, en especial a las Susanas, Antonio e Isabel, las parejas de Extremadura. A Carmen, su marido y su hijo por hacer un esfuerzo por ponernos cara ya que subieron en Estambul. A nuestros compañeros de mesa y bailes después de cenar: Manu y Marian, Eva y Julio. así como a Mila y Fernando que nos conocimos y hablamos antes de embarcar habiendo compartido grandes momentos con ellos.


Por:
Cruceroviajes
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